escribo este relato por dos motivos: uno, porque me lo pidio Luisa y dos, porque lo escribí con mucho sentimiento y fue un momento muy importante para mí ojala ninguno de vosotros tenga que pasar por una situación parecida no podeis ni inmaginar lo mal que se pasa cuando con 11 años ves que tu hermano con el que tantas horas de juego has compartido no pueda seguir a tu lado porque esta ingresado. yo lo pasé muy mal pero siempre intenté disimularlo pero es un hecho que te hace madurar.
- ¿cómo está?
- Mal aún no sabemos nada
-No te preocupes,seguro que todo va bien.
Eso es lo que yo me decía en cada instante en el que estaba en esa habitación fría y blanca. Allí en frente de mí estaban los seres que yo más quería en el mundo,mi hermano tumbado en la cama, mi madre hablándole con cariño y aun lado, mi padre mirándoles sin saber como actuar. yo contemplaba aquella imagen aturdida.
Pronto llegó el médico y nos comentó la noticia que to había estado temiendo: mi hermano había recaido en su enfermedad .
Mi familia y yo nos hicimos pruebas para saber si éramos compatibles con él pero desgraciadamente, no lo fuimos.
Poco a poco mi hermano fue recuperandose como un verdader valiente. Lo pasó muy mal pero siempre acababa animando a mi madre.
Cuando pasaron tres largos meses en aquella habitación blanca y fría como la nieve mi hermano se recuperó totalmente. Fue una gran alegría. A partir de aquel momento mi hermano comenzó a vivir, a disfrutar de la vida y aquello proporcionó una gran unión en la familia.Todo habia cambiado para bien. Ya no estaban aquellas caras largas y tampoco tenías que disimular tu tristeza ante los demás para no preocuparles. Se acabó todo la tristeza,la angustia... Para dar paso a la felicidad a la alegría y por supuesto, Ayudó a madurar a las personas que lo necesitábamos. Fue negativo pero a la vez posotivo, ya se sabe que se lo malo se aprende.
Gracias por haberos parado un momento de vuestro tiempo a leerlo